Muchas personas piensan que la cremación se inició hace pocos años pero esto no es así. La cremación es más antigua de lo que parece, concretamente apareció en la Edad de Bronce en la península griega. Los griegos relacionaban la cremación del cuerpo con la purificación del alma. Creían que de esta forma su alma se limpiaría y se desprendería de su forma terrenal.
Los romanos copiaron las costumbres de los griegos y empezaron a realizar la cremación también, colocando los restos cremados en urnas funerarias de gran elaboración. En ocasiones, también alojaban los restos en un columbario.
En torno al 400 a.C. la mayor parte de la población europea se convirtió al Cristianismo, reemplazando muchos de ellos la cremación por el enterramiento. A partir de la fundación de Roma en 753, se llevaban a la práctica las cremaciones. De hecho, Rómulo fue cremado y los romanos fueron apropiándose más de esta costumbre en el año 600 a.C., convirtiéndose en un decreto oficial del gobierno 100 años más tarde.
En la Edad del Hierro, la inhumación comenzó a ser la práctica más común de nuevo, aunque la cremación perduró en la cultura de Villanova y en otros sitios.
Edad Media
En esta época la cremación se utilizó para castigar a los herejes. Un caso muy conocido fue el del traductor y teólogo Inglés Jhon Wyclif. Este señor tradujo la biblia al latín. La Iglesia católica decidió castigarlo por haber negado la doctrina católica, desenterrando sus restos y quemándolos. Después arrojaron sus cenizas al río.
La Era Moderna
En esta época, fueron los higienistas los que se encargaron de impulsar el movimiento moderno de cremación. En 1873, presentaron en una exposición de Viena una cámara de cremación creada por el profesor Paduano Brunetti.
En Gran Bretaña, el movimiento fue apoyado por el cirujano de la reina Victoria, Sir Henry Thompson, fundando así la Sociedad de Cremación de Inglaterra en 1874.
En ese mismo año, Julius LeMoyne se encargó de construir el primer crematorio en Pensilvania, Estados Unidos.
En Europa comenzaron a desarrollarse los primeros crematorios en 1878 en Alemania y en Inglaterra.
En 1963 el papa Pablo VI abolió la prohibición de la cremación y en el año 1966 les dio la posibilidad a los sacerdotes católicos de oficiar en ceremonias de cremación.
La cremación en la actualidad
La cremación se ha convertido en una práctica cada vez más común en la actualidad, ya que muchas personas ven en ella una opción más económica y ecológica en comparación con los servicios funerarios tradicionales.
A diferencia de los entierros en tierra, la cremación no requiere el uso de un ataúd costoso y de un espacio de sepultura, lo que la hace una opción más accesible para muchas familias. Además, la cremación permite a las familias llevarse las cenizas de sus seres queridos consigo y elegir dónde esparcirlas o guardarlas, lo que puede ser un gran consuelo en momentos de duelo.
Por otro lado la cremación también es considerada una opción más respetuosa con el medio ambiente, ya que no se utilizan materiales químicos para preservar el cuerpo y no se ocupan grandes extensiones de terreno para su sepultura.
En definitiva, la cremación es una alternativa que ha ganado popularidad en los últimos años. En Funeraria Funesgal trabajamos para que cada despedida sea única e inolvidable. Si necesitas información sobre la cremación en la zona de Alcaudete y Alcalá la Real, no dudes en ponerte en contacto con Funesgal.
Hola, soy Carmen Gallego Lemus. Licenciada en Ciencias Empresariales, por la Universidad de Jaén, y con la Titulación A, “Curso Superior de Seguros”, impartida por el CECAS, en el Colegio Provincial de Mediadores de Seguros de Jaén. Llevo más de 25 años ejerciendo mi actividad profesional en el negocio funerario trabajando en Funeraria-Tanatorio Ntra. Sra. de la Fuensanta, así como en el sector asegurador como corredora de seguros, ambas actividades relacionadas entre sí.
Actualmente, tengo el cargo de gerente en Servicios Funerarios Funesgal. Quisiera destacar de mi trabajo, que aún pareciendo poco agradable, me hace sentir realmente satisfecha y orgullosa, cuando al finalizar el servicio funerario, los familiares te muestran su agradecimiento por el apoyo y empatía recibidos en estos duros momentos, por parte de nuestro equipo humano.